jueves, 8 de septiembre de 2011

LA POSE DEL ADROMACO

El hombre está acostado bocarriba, con su compañera encima de él, en cuclillas o arrodillada, el busto completamente levantado. Ella controla perfectamente la profundidad y el ritmo de la penetración y puede dar rienda suelta a sus fantasías de dominación.
Ventajas

  • La mujer mantiene un control total que le permite sentirse más confiada y encontrar los momentos idóneos para maximizar su placer.
  • El hombre tiene las manos libres para dar a su compañera todavía más placer, acariciándole senos, nalgas o clítoris.
  • Con esta postura se consigue una buena estimulación del punto G.

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